¿La clave para adelgazar? “Desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo”. ¿Recuerdas el dicho? Si quieres adelgazar, lo mejor es controlar la cena, pues es ahí donde está la clave para desequilibrar la balanza hacia un lado u otro.
¿Por qué pasa esto? Muy sencillo: después de cenar apenas necesitamos aporte calórico. Es más, si nos vamos a dormir directamente, todas esas calorías se convierten en energía almacenada, es decir, si no se queman, se transforman en grasas que el cuerpo acumula para el futuro.
Lo ideal es cenar poco, pero en ocasiones llegamos a casa con mucha hambre y literalmente “devoramos” lo que tengamos delante… A esto se une otro factor y es que muchas veces no tenemos ganas de cocinar ni de hacer la compra a esa hora y acabamos comiendo todo lo que haya por casa, sea saludable o no.
Precisamente, las verduras son ideales para cenar porque aportan hidratos complejos que son más beneficiosos y menos calóricos que los provenientes de la pasta, el pan o el arroz.
Lo mejor es hacer una cena ligera basada en alimentos ricos en proteínas como carnes y pescados blancos y cocinarlos a la plancha, al horno o al papillote, además, su digestión es más fácil y te ayudará a dormir.
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